Todo es cuestión de presupuestos. En Lisboa hay hoteles de lujo, hoteles con encanto, hoteles de prestigio con precios a su altura, grandes hoteles a precios razonables, hoteles con fama y precios desorbitados, bed & breakfast, pensiones confortables a buen precio y, también a buen precio, pensiones cochambrosas.Así las cosas, sólo puedo hablar por mi experiencia y, en mi caso, mirar y comparar a través de todos los motores de búsqueda posibles creo que es la mejor manera de encontrar un buen hotel a un precio razonable. Teniendo en cuenta que en mis deberes del hotel ha de incluirse en el precio el desayuno y que mi ubicación favorita es la zona alta de la avenida Liberdade, en mi último viaje a Lisboa reservé habitaciones en el AC Lisboa del Largo das Palmeidas, un hotel muy funcional, cómodo, con buen servicio y situado bajo el impresionante palacio Sottomayor.
Las habitaciones son amplias y, en el precio de las mismas se incluye el uso a discrección del minibar (no lo había visto en ningún otro hotel) y también el disfrute del gimnasio (no me aporta mucho, pero seguro que hay a quien sí).
El buffet del desayuno, como ya he dicho, está incluido en el precio de la habitación, es abundante y de buena calidad y los camareros son muy amables, igual que el personal de recepción.
En cuanto a ubicación, se llega a Rossío en un cómodo paseo cuesta abajo de unos diez minutos pero, si uno no tiene ganas de andar, siempre puede coger cualquiera de las líneas de autobús que llegan hasta el entorno o el metro en la estación de Pombal.
SOBRE AC LISBOA:
- Dirección: Largo Andaluz 13 B (Complejo Sottomayor) 1050-121 Lisboa
- Teléfono: 00351 210 050 930
- e mail: aclisboa@ac-hotels.com
- Más información: AC Hoteles
































Si uno quiere disfrutar en la costa portuguesa de un placer de reyes, todavía puede hacerlo sin necesidad de gastar mucho dinero. Por unos pocos euros, lo que cuesta un helado, uno puede degustar la misma receta artesana que en su dia probaron don Juan Carlos y doña Sofía, el príncipe y las infantas, don Juan de Borbón y su esposa María de las Mercedes en su exilio en Estoril o el mismo helado que se sirvió en la boda de la infanta Margarita.










