Hay un lugar en Lisboa en el que el tiempo se detiene con vistas al Tajo; con el puente del 25 de abril en el horizonte y la tranquilidad atlántica suficiente como para quedarse atrapado en la lectura de uno de los grandes textos de la literatura lusa: "Os Lusíadas", de Luiz de Camões.Y a ese libro, precisamente, se recuerda en el Miradouro de Santa Catarina y, más en concreto, al terrible Adamastor, el gigante que inventó Camões inspirándose en los de la mitología clásica. Allí podemos ver la escultura del monstruo marino dispuesto a devorar a Vasco da Gama y a cualquiera que ose doblar el cabo de las tormentas (Buena Esperanza), penetrando así en los dominios de Adamastor.
La escultura del gigante es obra de Júlio Vaz Júnior y forma parte del mirador desde 1927.
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