domingo, 20 de septiembre de 2009

AROMAS DE OTOÑO EN LISBOA

El otoño huele a castañas asadas en Lisboa. Y me gusta ese aroma que lo impregna todo, en la Baixa especialmente. Uno pasea entre nubes de humo que brotan de los puestos ambulantes, de esos carromatos de chapa sobre ruedas y chimeneas de metal que buscan su hueco en cada esquina, en medio del ajetreo de la gente.

Otoño es un tiempo especial en la ciudad, ajena al calendario y a los relojes, con una luz especial, un clima mucho más bonancible que en muchas ciudades españolas y una manera peculiar de asar las castañas, que no saben igual en ningún otro sitio.