jueves, 31 de enero de 2008

À NOITINHA SAÍA A DAR DUAS VOLTAS AO ROSSIO

"À noitinha saía a dar duas voltas ao Rossio. Abafava-se no ar pesado e imóvel: a todos os cantos se apregoava monotonamente "Água fresca!". Pelos bancos, debaixo das árvores, vadios remendados dormitavam; en redor da praça, sem cessar, caleches de aluguer vazias rodavam vagarosamente; as claridades dos cafés reluziam; a gente encalmada, sem destino, movia, bocejando, a sua preguiça pelos passeios das ruas".
O crime do Padre Amaro
(José Maria Eça de Queiroz)

"Por la noche salía a dar dos vueltas por el Rossio. Se ahogaba en el aire pesado e inmóvil: por todos los rincones se pregonaba monotonamente "¡Agua fresca!". Por los bancos, debajo de los árboles, mendigos remendados dormitaban; alrededor de la plaza, calesas de alquiler vacías rodaban vagarosamente sin cesar; las claridades de los cafés relucían; y gente tranquila, sin ocupación, movía su pereza bostezando por las aceras de las calles".

El crimen del Padre Amaro
(José María Eça de Queiroz)

martes, 29 de enero de 2008

MOVERSE POR LISBOA

A pie: ésa es la mejor manera para disfrutar de Lisboa. No obstante, si las distancias se le apoderan a uno, la capital lusa no es especialmente complicada a la hora de conducir (salvo excepciones, como en todas partes), tiene una excelente red de autobuses y tranvías que la recorren de punta a punta, un metro limpio, moderno y sencillo, con las líneas asociadas a símbolos y colores (carabela, gaviota, girasol y brújula; verde, azul, amarillo y rojo, respectivamente) para evitar perderse.

Además, Lisboa está magníficamente comunicada con todas las localidades del entorno gracias a un servicio abundante y puntual de cercanías que se cogen en las estaciones de Cais do Sodré y Sete Rios.

Dejando al margen las líneas de tren, la mejor opción para alguien que va a utiliar de forma regular los medios de transporte urbano lisboetas son los distintos bonos disponibles. Un billete sencillo de autobús o metro cuesta 0,75€ si lo compra en los kioskos o las bilheteras, y 1,30€, justo el doble, si se compra a bordo del autobús o del tranvía, ya sea uno de los populares eléctricos que recorren la Lisboa más turística o uno de los modernos tranvías de gran capacidad.

Frente al precio ordinario del billete, existen buenas propuestas de bonos como el Cartão Sete Colinas que, si uno no está ducho en el idioma o no se siente seguro con su portunhol, también puede adquirirlo en las máquinas expendedoras de las estaciones de metro. Por ejemplo, el cartão de uso ilimitado para todo un día cuesta 3,50€ y se puede utilizar tanto en el metro, como en el autobús, el tranvía o los elevadores de la ciudad (los tres últimos, operados por la misma empresa: Carris).

* Los precios que aparecen eran los vigentes en noviembre de 2007

sábado, 26 de enero de 2008

COPAS BAJO LA CARPA

Quien de pequeño soñó en formar parte de un circo, al menos puede conseguirlo por unas horas en Lisboa. Sólo tiene que cruzar una puerta pequeña y discreta, en la Costa do Castelo, que da paso a un universo de ensoñación y circo que responde al nombre de Chapito, una palabra cargada de significado que se utiliza para designar a la carpa circense.

Chapito es un lugar bohemio, donde se mezclan unas vistas impresionantes, con los creadores lisboetas alternativos y un número cada vez más nutrido de turistas. Es una escuela de circo, pero también un restaurante, una terraza donde tomar una infusión o una copa y, lo más importante, un lugar para la creación que, según los propios impulsores del proyecto es "uma retaguarda cultural e uma vanguarda humanista, uma casa do dom e da troca, um terreno de ousadia e contingência".

De lunes a viernes, es posible cenar en Restô, el restaurante de Chapito, con unas vistas estupendas a la ciudad y al Tajo. La comida es un mestizaje de culturas y sabores, aunque eso sí, un pelín cara. De hecho, las cenas del restaurante, los cafés de la terraza y las cuotas de los cursos de circo sirven para financiar en parte los espectáculos de la compañía residente en el Chapito.

En los fines de semana también es posible comer en el restaurante a partir del mediodía, aunque tampoco está nada mal la opción de "regalarse" un tiempo -antes, por ejemplo, de emprender el regreso desde el Castelo do São Jorge,- en el Bartó, la terraza cafetería del Chapito, con actuaciones en directo de música, teatro y danza, exposiciones, presentaciones de libros, proyección de audiovisuales y, en definitiva, todo aquello que lo convierte en un punto de encuentro de la creación lisboeta.

SOBRE CHAPITO:
  • Dirección: Costa do Castelo 1-7, 1149-079 Lisboa
  • Cómo llegar: Autocarro 37, desde la praça da Figueira hasta Castelo do São Jorge; o en eléctrico 28, desde Rua da Conceição al Miradouro de Santa Luzia y, desde allí, subir las escaleras que llevan hasta el castelo
  • RESTÔ:
    Horario: De lunes a viernes, de 19,30 a 2,00 horas. Fines de semana y festivos, de 12,00 a 2,00 horas.
    Reservas: 00 351 21 886 73 34

  • BARTÔ:
    Horario: De martes a domingo, de 22,00 a 2,00 horas
    Teléfono: 00 351 21 88 55 50

martes, 22 de enero de 2008

LA CIUDAD QUE HEREDÓ A UN MILLONARIO

Lisboa no se acaba en la Baixa, la Alfama, Belém o Bairro Alto. Construida sobre barrios y colinas, cada uno con su propia manera de ser y de latir, existe una Lisboa contemporánea que, sin dejar de mirar al pasado, esconde grandes secretos.

Uno de ellos está en la avenida de Berna, a poca distancia de la parada de metro de praça de Espanha. Se trata de uno de los mayores pulmones de Lisboa, un parque cuidado y con profusión de especies, que en verano alberga distintas actividades culturales y que gestiona la Fundación Gulbenkian.

Sin embargo, ese casi laberíntico jardín es sólo una pequeña muestra de un tesoro mayor: el que acumuló a lo largo de su vida el millonario armenio y mecenas de las artes Calouste Gulbenkian, que nombró a la ciudad heredera de una de las colecciones de arte más valiosas de Europa.

Seis mil obras de arte de la antigua Asiria, Egipto, Grecia o Roma, porcelanas de la China imperial, joyas modernistas o la colección más completa de pintura portuguesa del siglo XX conforman este legado que se exhibe en parte en el Museo, la Fundación, la Biblioteca y el Centro de Arte Moderno de la Fundación Gulbenkian.

Calouste Gulbenkian, representado por una estatua en bronce junto a un águila de granito de enormes proporciones en el jardín de la Fundación, nació en Turquía en 1869. Su origen armenio le hizo huir del país en 1915 y amasó una enorme fortuna en el exilio dedicándose a la industria petrolífera.

Vivió en París, Washington y Londres, donde se nacionalizó británico, y su pasión por el arte le llevó a adquirir obras maestras como inversión. En un primer momento intentó establecerse en España en 1942, pero el regimen franquista no lo aceptó, por lo que finalmente se instaló en Portugal, legando su magnífica colección a la ciudad de Lisboa en 1955.

SOBRE LA FUNDACIÓN GULBENKIAN:
  • Dirección del Museo Gulbenkian: Avenida de Berna 45
  • Dirección del Centro de Arte Moderno: Rua Doctor Nicolau Bettencourt s/n
  • Teléfono de información: 00 351 21 782 30 00
  • Horario: Martes de 14,00 a 18,00 horas. De Miércoles a domingo, de 10,00 a 18,00 horas
  • Precio: 3 euros
  • Cómo llegar: En la linha azul de metro hasta Praça de Espanha

domingo, 20 de enero de 2008

SÃO VICENTE DE FORA

Fue mi amigo Jose el primero que me explicó la leyenda de la nao de São Vicente y por qué la barca custodiada por dos cuervos se convirtió en su día en emblema de Lisboa. Verdad o no, la historia es curiosa y forma parte de la iconografía del santo (Ver 'São Vicente, patrón de Lisboa').

Según la tradición, las reliquias del santo se encuentran en la igreja de São Vicente de Fora, en la Alfama; quizás una de los templos con mayor riqueza arquitectónica de la capital lusa y que alberga en su interior el panteón de la Casa de Braganza.

El propio nombre de la iglesia y las afueras a las que alude habla de las dimensiones de Lisboa en los tiempos de su construcción (siglo XVI). Cuentan que para levantarla se escogió el mismo lugar en el que el primer rey de Portugal, Dom Alfonso Henriques (el mismo que ordenó el traslado de las reliquias de São Vicente a Lisboa), estableció su campamento durante el asedio a la ciudad musulmana.

La iglesia de São Vicente de Fora se construyó durante los años de soberanía española y, por ello, es obra de uno de los arquitectos de Felipe II, el italiano Felipe Terzi. En su interior, destaca el baldaquino barroco de Machado de Castro, uno de los más reputados artistas lusos de todos los tiempos.

En 1855 sus claustros se convirtieron en panteón de la dinastía de Braganza, donde yacen todos los reyes portugueses, a excepción de Dona Maria I y Dom Pedro IV, desde Dom João IV, restaurador de la monarquía lusa, hasta Dom Manuel II, que murió en el exilio en Inglaterra, desposeído de su corona, en 1932.

Entre las curiosidades de los regios ocupantes del panteón, la presencia de la reina Catalina de Braganza, viuda de Carlos II e introductora en el país de la costumbre de tomar el té a las cinco de la tarde. En el panteón también puede contemplarse la escultura de una mujer piadosa rezando junto a los túmulos de Dom Carlos I y su hijo Luís Filipe, asesinados en la praça do Comércio en 1908.

SOBRE SÃO VICENTE DE FORA
  • Dirección: Largo de São Vicente
  • Cómo llegar: En el eléctrico 28, hasta la propia iglesia
  • Horario: De martes a domingo, de 10,00 a 17,30 horas

sábado, 19 de enero de 2008

SÃO VICENTE, PATRÓN DE LISBOA

El 22 de enero es São Vicente, patrón de Lisboa desde 1173, fecha en la que sus reliquias llegaron a la capital lusa a bordo de una nao custodiada por dos cuervos, tal y como figura en el escudo y la bandera de la ciudad.

Hijo de un cónsul en la Osca romana, San Vicente fue diácono de Zaragoza al amparo de San Valero y murió mártir en Valencia, tras ser martirizado por orden del emperador Daciano, que mandó arrojar al mar su cuerpo atado a una rueda de molino.

La leyenda cuenta que las aguas llevaron el cadáver del santo, en una nao custodiada por dos cuervos, hasta el Cabo de San Vicente, en el Algarve portugués. Y fue en el año 1173 cuando el primer monarca luso, Dom Alfonso Henriques, ordenó el traslado de los restos del santo (otra vez en barco y supuestamente custodiado por dos cuervos) hasta Lisboa, ciudad en la que se veneran sus reliquias en la igreja de São Vicente de Fora, situada en el barrio de Alfama.

domingo, 13 de enero de 2008

MINIMALISMO CON VISTAS AL TAJO

Siempre que llego a Belém sufro el mismo espejismo turístico: el engaño de pensar que todo allí está cerca. Y es que la amplitud de espacios, la presencia constante de un Tajo que se vuelve océano y la cercanía visual entre los monumentos le invita a uno a pensar que los famosos Pasteis de Belém están a un tiro de piedra de la torre fortaleza, y ésta a su vez del Padrão dos Descobrimentos y el Centro Cultural con aires piramidales, que parecen vecinos al Mosteiro dos Jerónimos.

La cosa es que uno echa a andar y no para. Si es verano, mejor llévate una botella de agua en la mochila, porque pocas sombras hay entre un lado y otro de Belém y la distancia es engañosa. Especialmente, si uno quiere recorrerla siguiendo la orilla del Tajo; algo que sencillamente resulta imposible porque, a mitad de camino, descubriremos que un canal de salida de un pequeño club de embarcaciones nos corta el paso y nos obliga a desviarnos hasta la lejana carretera.

Así pues, el minimalista restaurante A Márgem ha sido uno de mis últimos hallazgos lisboetas. Tiene una de las mejores terrazas con vistas al Tajo que conozco y la comida, sencilla y de diseño como la propia arquitectura del local, es sana y equilibrada, aunque quizás un pelín cara -las vistas se pagan-.

A Márgem es un remanso de paz en un gran cubo de cristal y metal blanco, de líneas rectas y desnudo de ornamentos y concepto minimalista. Ubicado detrás del Museo de Arte Popular y junto al Faro del Bom Sucesso, destaca por su ubicación y el cuidado diseño del edificio, proyectado por los prestigiosos arquitectos lusos João Pedro Falcão de Campos y Ricardo Vaz.

Una amplia variedad de tés y cafés, ensaladas y zumos naturales conforman una carta fresca y divertida para todo tipo de públicos.

SOBRE A MÁRGEM
  • Dirección: Doca do Bom Sucesso
  • Teléfono: 91 782 41 49
  • Cómo llegar: En el eléctrico 15, desde Praça da Figueira, bajando en los Jerónimos o en la Torre de Belém

sábado, 12 de enero de 2008

UN MILAGRO, UN SANTO Y UNA CERVEJA

Sólo una ciudad como Lisboa podría unir conceptos tan dispares como el de la santidad, una cerveza y un milagro. Así dicho, a algunos podría parecer irreverente, pero en realidad es mucho más sencillo de lo que parece.

Empecemos por el milagro -milagre en la lengua de Camões- El milagro lo encontramos en la rúa del mismo nombre siguiendo la cuesta -costa- que desciende desde el Castelo de São Jorge. Una vez ubicados en la Rua do Milagre do Santo António, y en una esquina, encontramos en una peculiar tasca -la Taberna de Santo António- al santo que da nombre a la calle.

Es una taberna original, mezcla de tienda, casa y salón reconvertido en bar, con carrito de helados, toneles, tapetes de ganchillo y sofás incluidos. O lo que es lo mismo, el lugar perfecto para reponer fuerzas bajando del castillo o, sencillamente, si uno quiere tomarse una bica o una cerveja con espíritu casero.

Por cierto, que si uno también busca el más típico y tópico souvenir olissipano, que sepa que en la taberna también lo va a poder comprar.

jueves, 3 de enero de 2008

EL DESIERTO EMPIEZA EN LISBOA

Frente al Mosteiro dos Jerónimos, en el barrio de Belém, un imponente Padrão dos Descobrimentos rinde homenaje a navegantes como Vasco de Gama o Fernando de Magallanes, invitando al viaje y a la aventura a quien los contempla siguiendo su mirada que se pierde en el estuario del Tajo.

Es precisamente en este marco donde, por tercer año consecutivo, establece su cuartel general el Dakar, como preámbulo al largo periplo a través del desierto que lleva a los corredores del rally desde la capital lusa hasta la capital de Senegal.

En su 30 edición, se ha convocado a 248 motos y quads, 204 coches y 98 camiones a Lisboa, desde donde se dará el pistoletazo de salida a la carrera el próximo 5 de enero. Hasta entonces, todos los amantes de la aventura que lo deseen podrán admirar las máquinas de competición, aparcadas frente al Centro Cultural de Belém.