jueves, 22 de enero de 2009

ELEVADOR DE SANTA JUSTA

Al margen de su funcionalidad -que la tiene- el elevador de Santa Justa es una de las grandes atracciones turísticas de Lisboa.

Este gran ascensor, que une la Baixa con el Chiado, fue diseñado por el ingeniero portugués, aunque de raíces galas Raúl Mesnier de Ponsard. De 45 metros de altura, la torre metálica es una de las joyas de la arquitectura modernista ciudadana y funcional, con ecos neogóticos y un doble ascensor de madera en su interior, con todo el sabor de principios del siglo XX -ascensorista uniformado y de levita (en invierno) incluido-.

El elevador está operado por la empresa Carris, la misma que gestiona el transporte público de la ciudad y los elevadores de Bica y da Gloria y su uso está incluido en las tarjetas recargables Lisboa Viva y Sete Colinas. El precio del billete es de 2,80€ (incluye forzosamente el trayecto de subida y de bajada) frente a los 3,70€ del billete combinado de Carris y Metro que permite el uso de todos los medios de transporte de la ciudad durante todo un día. Así que, a nada que vayamos a viajar por la ciudad, resulta más que rentable adquirir las tarjetas recargables.

Desde los tres miradores, ubicados en distintos niveles de la torre, -el primero comunica la Baixa con las ruinas del convento do Carmo- el elevador de Santa Justa ofrece unas muy buenas vistas del Tajo, la Baixa, el castelo de São Jorge o el Rossio y, en la terraza superior, a la que se accede por una artística escalera de caracol forjada, hay un pequeño café en el que disfrutar de un galão o una cerveja.

domingo, 18 de enero de 2009

CAFÉ NO CHIADO

Lo encontré por casualidad, buscando un sitio para cenar y, la verdad, que el Café no Chiado es un restaurante agradable, acogedor, con unos camareros muy amables y una comida rica, no demasiado cara. El precio medio por persona está en torno a los veinte euros.

A todo esto, se le suma la historia del local, que impregna sus paredes y todavía le confiere un aire más atractivo a una carta en la que se mezcla la tradición portuguesa con la nueva cocina internacional.

El Cáfé no Chiado está muy cerca del teatro São Carlos, en el largo do Picadeiro, en un local que antaño fue ocupado por una librería, la Livraria Moraes, y su vocación de escaparate cultural recoge ese espíritu literario. De hecho, el café dedica uno de sus espacios al placer de degustar un té o una infusión paseando por las páginas de algún diario internacional o por cualquiera de los libros, a disposición de los clientes, que abarrotan los estantes de uno de los rincones más acogedores del local.

En el interior, una chimenea y un comedor cálido para 40 comensales, invitados entre las paredes revestidas con poemas de Sofia de Mello Breyner, pinturas de Graça Morais o fotografías de Homem Cardoso.

SOBRE CAFÉ NO CHIADO:

martes, 13 de enero de 2009

ME LLAMO TEODORO

En mi último viaje a Lisboa, casualidades de la vida, acabé alojado en una calle vecina de la misma en la que tomé la fotografía que acompaña esta entrada: la rua de Eça de Queiroz, exponente de las letras lusas y uno de los grandes retratistas literarios de la ciudad.

Aprovecho pues para ilustrar con esa imagen un fragmento del libro que estoy leyendo estos días: "El mandarín".

"Me llamo Teodoro y fui escribiente del Ministerio del Reino.

En aquella época vivía en la Travessa de Conceição número 106, en la casa de huéspedes de doña Augusta: la espléndida doña Augusta, viuda del comandante Marqués (...)

Los domingos descansaba. Me instalaba en el diván del comedor con la pipa en la boca y admiraba a diña Augusta, que en los días de gudardar limpiaba con clara de huevo la caspa del teniente Couceiro. Aquel instante, sobre todo en verano, era maravilloso: por las ventanas entreabiertas penetraba el bochorno de la calle, los repiques distantes de las campanas de la iglesia de la Conceição Nova y el arrullo de las tórtolas del balcón (...)

No puedo negar que por aquel entonces yo era ambicioso. No es que mi alma loca aspirase a rodar alguna vez por la Baixa en un coche de alquiler, seguida por un recadero al trote; pero me punzaba el deseo de poder cenar con champán en el Hotel Central, de apretar la delicada mano de alguna vizcondesa (...)

Aún así, yo no me consideraba un paria. La vida humilde tiene sus encantos: en una mañana soleada, con la servilleta al cuello y ante un bistec a la plancha, es muy agradable desdoblar el Diário de Notícias; en las tardes de verano, sobre los bancos gratuitos del Passeio, se disfrutan idílicos placeres; y por la noche, en el Martinho, resulta delicioso tomarse un café a pequeños sorbos, mientras se escucha a los facundos oradores que injurian a la patria..."

"El mandadrín"
José María Eça de Queiroz

miércoles, 7 de enero de 2009

LADRA ALTERNATIVA

El fin de semana del 31 de enero y el 1 de febrero -y ya van 17 ediciones- la popular Feira de Ladra de la Alfama lisboeta se transformará en una feria alternativa, en la que el reciclaje, la imaginación y el arte urbano toman el testigo por dos días al tradicional mercadillo de buhoneros.

Ropa actual con el sello de jóvenes diseñadores lisboetas, bisutería, cerámica, objetos de decoración y diseño industrial son algunos de los elementos que se pueden encontrar en este Ladra Alternativa que abre sus puertas, el sábado de nueve de la mañana a nueve de la noche y el domingo de diez de la mañana a siete de la tarde, en el centro cultural Dr. Magalhães Lima, junto al convento del Salvador.